Cuando las personas piensan en un curso acelerado de inglés,usualmente sólo se fijan en el número de horas de clases.Creen que mientras más horas tomen por semana, más rápido conseguirán hablar inglés, sin embargo esto nunca funciona así.

Aprender un idioma es cuestión de práctica, es como aprender a montar bicicleta. Al principio vas despacio y piensas a cada momento en lo que debes hacer, te es difícil mantener el equilibrio y necesitas ruedas de soporte; pero a medida que vas practicando todo empieza a volverse más fácil. De pronto ya no necesitas las ruedas de apoyo, puedes correr y hasta manejas sin manos. ¿Y cómo logras esto? ¿Con muchas horas de clases teóricas o con muchas horas de práctica en el camino?.

Nadie aprende inglés estudiando gramática, memorizando palabras o tomando muchas horas de clases seguidas. Un idioma se domina practicando, se aprende hablando y escuchando. Un buen programa acelerado no es el que te promete el doble de horas de clases, para cubrir todos los temas del curso en la mitad de tiempo, sino aquél que te ofrece muchas más horas y oportunidades para practicar el inglés y esto es justo lo que te ofrecemos en FLC.